Lo que queda de la noche
- Antonella Recancoj
- 13 jul 2022
- 1 Min. de lectura
Lo que queda de la noche nunca se va
resabios de piel y atisbo de mar
encuentros fortuitos que de casuales solo tienen las horas.
Como bailes de acecho a la presa
uno conduce al otro
entre miradas y sonrisas incitadoras
esperando el primer movimiento para lanzarse a ciegas hasta llegar a la alcoba.
El tiempo transcurre
el reloj ya no cuenta,
la medida del momento
se mide en decibeles que salen de los labios.
Perdidos en espacio tiempo arriba la madrugada
las sábanas descolocadas y cuerpos tendidos
mientras suena la cafetera anunciando que el café está listo
en dos tazas preparadas para ser acabadas al ritmo de la mañana.
Una última partida que acaba placentera
en aquella habitación testigo de pasión,
cada uno parte a su destino
firmando como coautor
la historia que se ha vivido.
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