Volar como un ave
- Antonella Recancoj
- 8 feb 2021
- 1 Min. de lectura
En su otra vida debió haber sido un ave porque vive emprendiendo nuevos destinos hacia horizontes desconocidos, extiende sus alas más allá de sus raíces, se sueña sobre mares como las golondrinas cuando descienden en busca de comida y pronto se vuelven a ir, se siente sobre vientos que le acarician el rostro cuando con los ojos cerrados se deja llevar por el vaivén de las nubes que la anidan como un águila a sus pichones.
No es de aquí ni es de allá, no busca pertenecerle a alguien ni vive para tener dueño, nació para ser libre, más allá de los barrotes de una jaula llamada sociedad. Volar contracorriente. Volar como un ave. Como el colibrí agitando sus alas constantemente, yendo de un lugar a otro, disfrutando de las mieles de las flores, de las aguas de los bebederos y las fuentes para calmar la sed de viaje y de aventura recorrida por kilómetros atrás y los que están por venir. Su permanencia es en el viento y en las carreteras, es en las nubes y sobre los mares. Un alma libre para volar como un ave.
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